Creo que tengo que hacer una categoría en el blog que se llame “Gente que merece la pena”. Sería un buen sitio para poner el pan de otros, de gente desconocida que, en un día de suerte, puedes llegar a conocer. Ayer tuve la suerte de conocer a Idris, Pan Baraka, un hombre diáfano, cristalino, un ser con manos y espíritu de pan. Idris da cursos de pan; recuerdo haber tenido algún alumno en mis cursos que ya me había hablado de su cercanía y simpatía. Fue un encuentro mágico e inesperado.
Estuvimos hablando de pan, de la posibilidad de hacer proyectos juntos, de ideas y, además de regalarme su compañía, me regaló un trozo de su pan. Experimento una emoción difícil de expresar al recibir un regalo así de una persona así.
Un pan excelso.
Después de nuestro encuentro, descendí al Poble Nou manejando la bicicleta con una mano, mientras sostenía con la otra esta media hogaza. Por un momento pensé que todo había sido un sueño, ya que esta parte de la ciudad se sumió, de repente, en una densa niebla. Por suerte, esta mañana el pan permanecía en la mesa del salón, y me lo he desayunado con mantequilla.
Mañana, después de semanas de trabajo, anunciaré mis nuevos proyectos de pan para 2010. El porvenir está abierto.
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