David Santiago, artesano de la madera

De vez en cuando pasan por tu vida personas que te marcan, que te dejan pensativo y te dan la medida de la fortuna que tienes por haberlas llegado a conocer. Recuerdo con gran emoción el encuentro con el panadero Idris, que imparte cursos de pan en Barcelona. No menos emoción siento al hablar de David Santiago, panadero casero y artesano de la madera. David ama el pan, lo cuida, lo honra al elaborarlo con cariño y construye con sus manos maravillosos objetos para los que aman y honran al pan.

Conocí a David hace tiempo, en Santillana del Mar, una tarde en que él había acudido a un curso que yo daba allí. Imagino que un curso de introducción al pan artesanal no colmaría su curiosidad (es un hombre culto y de interés casi inagotable; de voz suave y hablar pausado), pero para mí fue la oportunidad de ponerle cara y voz. Con el tiempo he tenido la suerte de compartir panes con él, he horneado y comido, hemos hablado de pan y de la vida, y de su nuevo proyecto: fabricar útiles y objetos de madera con el máximo mimo y cuidado; objetos excelsos, superlativos. David fabrica palas para panaderos caseros (y de los otros), rodillos, tablas de cortar que agotan los adjetivos y también útiles como cajas (para pan y para cualquier cosa), contenedores y  vajillas de madera (bueno, y otras locuras como manillares de madera para bicicleta).

Se trata en su mayoría de herramientas, útiles hechos a mano, pero es inevitable que se conviertan en algo más. Creo que desde que hago pan siento un respeto y admiración especial por la gente que usa sus manos para trabajar. El carácter sensorial del pan, el tacto de la madera.

David trabaja normalmente en proyectos más grandes, de interiorismo y mobiliario, últimamente ha hecho cosas tan chulas como la gran mesa de roble del Cheese Bar de Poncelet (en Madrid), y con el tiempo he podido ver con asombro sus trabajos en varias casas, tanto en el campo como el la ciudad.

Finalmente, acaba de lanzar su web y una tienda online (davidsantiago.es) donde poder hacerse con estos objetos mágicos. Suerte que tenemos.

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